Y en ese momento... pronunciaste mi nombre en sueños. Lo dijiste con tal claridad que creí
que te habías despertado, pero te diste vuelta musitaste mi nombre otra vez y suspiraste.
Un sentimiento desconcertante y asombroso recorrió mi cuerpo. Y supe que no te podía
ignorar por más tiempo.
Fin de semana maratónico pero muy disfrutado!
No hay comentarios:
Publicar un comentario